viernes, 29 de abril de 2011

Animal es aquel...

Animal es aquel que pertenece al reino de los animales, pero carece del razonamiento del ser humano. Va desde el doméstico hasta el salvaje, del herbívoro al carnívoro, del que tiene una amplia especie al que está en peligro de extinción.

Animal es aquel ser humano que actúa sin medir las consecuencias. Dominado por el instinto, sin límites ni horarios. Vive el día a día sin expectativas a largo plazo... y es feliz.

Animal es aquel que sobresale en su ámbito. Aquel que creció en base al esfuerzo y la práctica, y hoy ve crecer sus frutos a través del reconocimiento. En la música hay algunos animales. En el fútbol se los suele llamar bestias, pero entran en el mismo grupo.

Animal es aquel ser humano marcado por su torpeza. De carácter débil, de reacción tardía, sus acciones suelen ser repudiadas por aquellos que suelen resolver las cosas de manera más rápida y eficaz.

Animal es aquel ser humano violento. También actúa por instinto, y su única defensa es la fuerza física, ya que carece de razonamiento.

Animal es aquel que tiene costumbres anti higiénicas. Es feliz en su mundo, pero es rechazado por el exterior.

Animal es aquel que se seduce a muchos con sus atributos y/o belleza. Gato, gata, perra, son los más comunes. También aquel que posee una anaconda.

Animal es el que posee dientes de castor, nariz de cóndor, orejas de burro, ojos de gato, cara de bulldog, piernas de caballo, cuerpo de vaca, voz de cotorra.

A todos ellos... feliz día del animal.

viernes, 22 de abril de 2011

Pido disculpas

Pido disculpas si en algún momento di a entender que se me podía pasar por arriba. Pido disculpas a aquellos que confundieron confianza con ingenuidad; a aquellos que confundieron tolerancia con permiso para continuar; a aquellos que confundieron paciencia con olvido; a aquellos que confundieron justicia con venganza. Disculpen, de verdad. No quise ser malinterpretado.

Y es que desde chico tuve ese problema de querer llevarme bien con todo el mundo, un poco por mi voluntad de ayudar, y otro tanto por mi incapacidad de sostener una discusión ante personas que quieren imponer su verdad ante la de todos los demás. Soy de carácter débil, pero no por eso carezco de conocimiento sobre lo que debe y no debe hacerse. Estoy de acuerdo con aquellos que dicen que la libertad de uno termina donde empieza la libertad del otro. También coincido con que beneficiar a uno implica ser injusto con el otro.

Suelo ser una persona que no espera nada de nadie, y eso lo aprendí con el tiempo. Pero también pretendo que se haga lo mismo conmigo… o sea, no esperar nada de mí. Y es ahí donde suelo entrar en choque. Me da por las pelotas, en primer lugar, que los demás me exijan comportamientos que ellos mismos no cumplen. Y ya no se si no se dan cuenta, o si reconocen su actitud incorrecta y se aprovechan de la misma. En segundo lugar, no me canso de decirlo, estoy harto de los “avivados” de siempre. Aquellos que se la rebuscan para conseguir ventajas que no le corresponden. Después el malo es el que reclama.

En fin, estoy cansado de todo lo que encaja en la esfera de lo injusto. Y, si bien hay diferentes puntos de vista, creo que todos deberíamos partir de una base en común que es, dentro de lo posible, no hacer lo que no queremos que nos hagan.

Así que, nuevamente, pido disculpas por los malentendidos que generó mi personalidad, y pido disculpas por como me estoy comportando y me seguiré comportando: defendiendo lo mío, dejando claras todas las pautas y haciéndolas respetar a rajatabla. Algunos podrán decir que es una actitud garca, pero prefiero ser un forro a seguir otorgando ventajas a los que se alimentan de la injusticia.

lunes, 18 de abril de 2011

Así me fue

Mi casa tiene una acústica bastante particular, que permite oír conversaciones que se efectúan del otro lado del departamento. Hoy escuché a mi vieja hablando con mi hermano sobre la utilización de los feriados judíos (para los que no lo saben, soy judío de familia). Dijeron algo así:

Mamá: aunque Michel no sigue el judaísmo, usó todos los feriados para faltar
Ignacio: así le fue...
Mamá: sí, eso dijo también Marcelo (mi padrastro)

Y de aquí parte mi reflexión de hoy: ¿Es realmente un fracaso no entrar en el cuadro de honor, no ser abanderado, no estar en las olimpíadas de matemática, o no tener la posibilidad de saltearse años de primaria? ¿Es un fracaso llevarse materias a diciembre? Tengo la impresión de que para mi familia sí lo es, dado a que sólo yo presenté estas características hasta la fecha.
Yo, sin embargo, tengo otro punto de vista. Les explico: Yo, durante mis años en secundaria, presté atención en las clases y anoté lo importante, porque considero que eso es un detalle necesario para no perder el ritmo. Como contrapartida, jamás agarré un libro para estudiar para un examen durante el año, ni entregue un sólo trabajo práctico. Aún así, por mi capacidad de retener los datos (producto de prestar atención en las clases) nunca llegué a diciembre con más de 3 materias desaprobadas. Y JAMÁS me llevé nada a marzo, y por consiguiente, nunca repetí. Eso si, en diciembre me maté estudiando, me organicé mejor, y reduje al mínimo los tiempos de recreación.
En otras palabras, hice en 5 meses (1 por año), lo que aquellos que están en el cuadro de honor hacen en 45 meses (9 por año).

Y así me fue... voy a cumplir 20 años, y estoy terminando mi carrera en la facultad.


Chupala, nerd puto.

lunes, 4 de abril de 2011

Algo para vender

Hoy quiero escribir sobre algo que venda. ¿Cómo vender? Bueno, en principio habría que ser influyente. Hoy en día no lo soy, así que hagamos simplemente un simulacro. Para vender hay que tener claro cual es nuestro público objetivo. Vamos a suponer que queremos venderle algo a una audiencia joven. Adolescentes. Ok, ahora hay que pensar... ¿Desde qué ángulo se puede hacer llegar al público lo que queremos vender? Esto depende del producto. Supongamos ahora, que soy músico, no por pasatiempo, si no que quiero lucrar. Entonces, vamos a vender a través de la letra. ¿Cómo hacerlo? Sencillo. Ya que soy influyente, voy a comenzar a hablar de problemas de gente joven, como si yo mismo los tuviera... y así consigo que el público se sienta identificado. Voila! "Es como si la escribiera para mi"; "es exactamente lo que me pasa". Sí.. obviamente, esa era la idea.

Ahora, vamos a hacer de cuenta que soy alguien que escribe para su propio blog de entretenimiento. Y mi público para "x" nota es todo aquel que le guste ponerse a pensar. ¿De qué sufre la gente que piensa? Sufre de saber, de enterarse... de darse cuenta. La gente que piensa, no siempre es feliz. Porque piensa, y piensa mucho, y se da cuenta de que no todos piensan igual, no todos ven igual... y no todos actúan igual. Y éste es un error muy común. No todos van a actuar de la misma manera que actuaría uno, porque nadie tiene el mismo concepto de lo que está bien y lo que está mal. Tampoco todos sufren de lo mismo: hay quienes sufren por que se perdieron 5 minutos de algo que querían ver, o por que les duele la teta izquierda. Muchos de estos, al ser influyentes, suelen mostrar como una tragedia éste tipo de situaciones. Sí, la influencia también vende. Y la gente que piensa, se da cuenta que esta gente piensa para si misma. No saben ponerse en el lugar del otro porque no lo necesitan. La gente que piensa, sabe que cualquiera en su lugar haría lo mismo, porque de esta manera no se sufre más que por pequeñas cosas.. como las mencionadas anteriormente.

La personas pensantes, se dan cuenta que lo mejor es no esperar nada de nadie. Lo mejor es resolver todo por uno mismo, así no hay culpables ajenos. Y también tenemos derecho a elegir a quien brindar nuestro apoyo... si somos pensantes, nos damos cuenta que nadie es perfecto, y nadie nos va a devolver lo que brindamos. Porque no todos pensamos igual, y hay quienes son felices sin pensar.



Y ahora, a vender la nota......