jueves, 24 de octubre de 2013

Prip

Lunes por la mañana; la actividad cotidiana volvía a las calles luego de un todavía frío fin de semana. Hombres gordos y desdentados descargaban cajas de cartón de una fila interminable de camiones. Las filas de locales y galerías abriendo sus persianas parecían perpetuarse a lo largo de las angostas calles del sector comercial del barrio. Y el sonido incesante de los "prips" de los handys terminaban aquella inconfundible sinfonía del primer día de la semana.

Un hombre de traje y corbata caminaba por la calle paralela a las vías del ferrocarril, mientras un joven, con rasgos similares pero con un aspecto desalineado, intentaba hablarle mientras a duras penas podía alcanzarlo en su apurado paso.

-¡Ey! Tranquilo... Hablemos un rato.

-Se me hace tarde, querido. No te olvides que entro a las 8.

-Dale.... un día que llegues tarde, no va a pasar nada. Sentémonos a tomar un café, a conversar.

El hombre de traje se paró en seco y miró con una sonrisa burlona a su interlocutor.

-¿Vos invitás?.... Ahh, no, cierto que no tenés un peso. 

-¡Qué amargo que sos eh!... Por lo menos, en tu camino a la oficina, disfrutá un poco más del paisaje. Eso solo te pido. Relajate.

El joven inspiró profundo mientras cerraba lentamente los ojos y exhaló. Luego miró a su entorno mientras el hombre más grande se mostraba claramente impaciente. 

-¿Qué estas ha...

-Shhhh. Escuchá...

Un pajaró comenzó a cantar arriba de un árbol, y otro le respondió con un canto más agudo. Y así se fueron sumando varios más. La barrera del tren bajó mientras la campana alertaba con su "tin tin tin" que un ferrocarril se acercaba. Del otro lado, los nextels continuaban con su furioso "prip". 

-Es como muy.... notorio.-Agregó el muchacho, haciendo énfasis en esa última palabra- Hay una división entre la zona feliz del barrio, y la zona amargada.

-¿Te referís a la zona residencial, y la zona comercial?

-Sí. ¿En qué momento hubo un común acuerdo para que la gente tenga que sufrir un mes para disfrutar apenas un par de días?

-¡No no no! ¡Pará pará pará! No te vuelvas uno de esos pelotudos que critican el capitalismo porque les pica demasiado las pelotas.

-¿Te gusta vivir así?

-Me gusta la plata... Me gusta tener MI plata. Es así querido, tener tu propio capital es lo que te da libertad. Y no está mal que así sea. El disfrute tiene que ir de la mano con el esfuerzo.

-¿Y por eso renunciaste a todo lo demás?

El hombre bajó la vista por unos segundos, y sin responder siguió caminando a paso apurado.

-¡Hey! ¡Respondeme! ¿Por eso renunciaste a tener una vida?... ¡Me parece que te estás yendo al otro extremo!

El señor de traje giró sobre sus talones, y respondió con una sonrisa irónica.

-¿"Vida" le llamás a no hacer una mierda? ¡Vos, pendejo pelotudo, sos una máquina de gastar plata! ¡De gastar MI plata! La vida es más que eso, querido. Hoy en día la clave está en hacer cosas productivas.

-Lo productivo no siempre es lo que genera plata... También tenés que pensar en vos mismo. Vos lo dijiste, el esfuerzo tiene que ir de la mano con el disfrute. Mientras te rompés el lomo laburando, tenés que poder atender tu físico, tu entorno social, y un montón de cosas que van a la par del esfuerzo.

Otro tren pasó e interrumpió la charla por un momento. Ambos se quedaron mirando casi hipnotizados como los vagones desbordaban de gente tensa y nerviosa.

-Y todos son exactamente iguales...Yo no quiero ser así. Quiero vivir en el presente, y no tan pendiente de un futuro que quizás nunca llegue.

El joven se sentó en un banco de piedra y hundió la cara en sus manos. El hombre se sentó junto a él, mientras los primeros rayos de sol se asomaban tímidamente en la mañana, que hasta entonces estaba totalmente nublada.

-No es tan terrible como parece che...

-Yo... Yo estaba dispuesto a darlo todo ¿Sabés?

-¿De qué estás hablando?

-¡Sabés perfectamente de qué estoy hablando! Sos un insensible de mierda

El hombre suspiró y abrazó a su interlocutor

-Si fuese un insensible, ya te hubiese dejado solo hace rato

-No me dejes morir

-Vamos a morir juntos, no te preocupes.

-¿Te voy a volver a ver?

-A la noche... como todos los días.

Un hombre de unos 30 años saludó de lejos. El señor de traje devolvió el saludo y se levantó del asiento.

-Hey

El joven se levantó también del frío banco de piedra y le dio un objeto al hombre quien ya se encaminaba hacia su oficina.

-No te olvides tu handy. Todos lo usan del otro lado de la vía

-Gracias 

El hombre de traje cruzó la vía y se acercó a su compañero a quien antes había saludado de lejos.

-¿Estabas hablando solo?

-No. Simplemente, a veces extraño no tener responsabilidades.




lunes, 21 de octubre de 2013

Sueños y no tanto

Hacete respetar.

Hola Alvaro, tanto tiempo.

Explicame como carajo te acordás de mi. O sea, nunca fuimos amigos. Ni siquiera compañeros de colegio. Apenas nos habremos visto 2 veces.

Yo recuerdo a la gente por las frases. Y por su apariencia física mientras me enseñaban.

Dale man, lo único que te dije fue "hacete resp...

Rubio claramente teñido o aclarado con agua oxigenada, gorrita roja, estabas arriba de una bici. Tenías 11 años.

Ahora debo tener como 23. O quizás esté muerto... HOLA, no nos conocemos.

Alguien a quien no puedo odiar me puso la mochila de "no molestes". Voy a tener ese peso de por vida. Creo que vos, quizás el personaje más aleatorio de mi memoria terminó otorgándole un sentido a todo. "Hacete respetar" ¡Qué buena frase!

Te estaban boludeando porque te habías viciado con los cuentitos de Ultratumba man. Él, te estaba boludeando.

Nelson

Me salió del alma, no pensé que fuese a influir tanto.

Todavía no le encuentro la vuelta. Esa mochila....

(EL ESCENARIO SE TRANSFORMA Y AHORA ES UN PASILLO DE PAREDES BLANCAS ILUMINADAS POR LA LUZ SOLAR, Y UN PISO ROJO DE BALDOSAS HEXAGONALES. EL PERSONAJE ES UNA SEÑORA, EXTRAÑAMENTE SUBIDA A LA ESPALDA DE SU INTERLOCUTOR)

Pelo negro, cara roja, frente arrugada. Así te voy a recordar siempre.

Aprendí a no llorar más. Ayudame con mi enfermedad y simplemente no molestes.

Soy una máquina de dejar las cosas por la mitad ¿Sabías?... Un pateador de tableros profesional. Y me estoy volviendo cada día más estúpido. Hasta parezco sordo, pero en realidad mi cerebro procesa las cosas a otra velocidad.

(VOZ EN OFF CON ECO, EL ESCENARIO ES DESCONOCIDO, PERO TIENE UNA TELE ENORME PASANDO UN PARTIDO CON UN EQUIPO VESTIDO DE AMARILLO)

Sos el Almirante Brown de la vida. El equipo chico... 

El que se conforma con un ascenso

Con un gol en un 8 a 1 en contra

Con la tribuna vacía y sin televisar

Das LÁSTIMA (la última palabra tiene un eco más pronunciado y parece ser dicho por varias personas a la vez)

(EL ESCENARIO ES UN PARQUE, Y LA INTERLOCUTORA ES UNA MUJER ATRACTIVA PERO CLARAMENTE ENOJADA)

¡Abrí los ojos! ¡Estás confiando en las personas equivocadas!

No se que hacer. No hay nadie que piense más allá de sus propios intereses.

Si seguís cortando todo al primer obstáculo, te vas a quedar muy solo.

Tengo que poder elegir, decir que no.

¿Por qué volvés a cometer otra vez los mismos errores?

Quiero... agarrarme de algo. 

Para la fotito posan todos. Para tirar un cable, o una patada voladora, olvidate... Espero que te haya gustado el piso las ochocientas veces que te caíste y tuviste que arrancar de cero. 

(UNA LUZ AMARILLA NUBLA TODO y una voz de mujer en off se va haciendo gradualmente más grave)

Te aprecio, y espero que te vaya muy bien.... 

(PARÁLISIS, NO SE PUEDE NI GRITAR)

Espero que algún día puedas ser feliz...

Sos el mismo espíritu de mierda que solo cambia de cuerpo

(PIP PIP PIP)

7:30. Hora de ir a trabajar.