jueves, 24 de abril de 2014

El curro ideológico

Antes que nada, quiero aclarar que esta nota no tiene intención de fomentar la discriminación. Mi papá es cantor religioso en una sinagoga, y mi mamá prende velas todos los viernes a la noche antes de ir a rezar.

En la imprenta donde laburo, sumamos hace poco un vendedor nuevo. Un judío ortodoxo (esos que ven en la calle, con la barba, los rulos en las patillas, de traje y sombrero) de apenas 22 años. Mi edad. Más chico, de hecho (yo nací en mayo y él en diciembre). La diferencia es que este muchacho está casado, con un hijo, y tiene departamento propio hace 3 años.

Hace unos días, conversando, me preguntó con cierta intriga por qué yo no estaba casado. Le respondí que todavía soy muy joven, que todavía no me da el cuero para mantenerme a mi mismo, etc. Su respuesta fue la siguiente:

Qué loco. A mi, con mi señora nos presentaron de muy chicos, nos casaron, Y NOS DIERON EL DEPARTAMENTO, CON MUEBLES Y TODO.

-¿Quienes?

-El templo. No, sinó no llego ni loco a pagar ni un alquiler. Los ortodoxos nos ayudan, con tal de que mantengamos nuestro estilo de vida.


Bueno. Eso al menos respondió mi duda de cómo un pendejo en su primer laburo ya vivía por su cuenta, y de hecho ya pensaba en comprarse un auto, etc. Pero, a su vez, me vinieron a la mente unas 500 preguntas más.

Por ejemplo. ¿De dónde saca la plata el bendito templo, para regalarle un departamento a un tipo (y andá a saber a cuantos más), cuyo único mérito fue casarse y respetar el estilo de vida judío?

A ver, quiero creer que no es el Estado quien financia esta locura con los impuestos de la gente. Que una institución reciba plata por decir que Dios existe, y que esa plata vaya destinada a que un tipo viva de arriba mientras se caga de risa de los demás, me parece algo que va más allá del respeto por la cultura del otro.

No se, para pensar...


Si no creés, respetá. Dicho popular.

martes, 22 de abril de 2014

Hipocresía

Créanme que tuve que mirar dos veces, nota por nota. No puedo creer que todavía no hice ninguna mención por escrito sobre este tema.

La hipocresía. De los creadores de "Este tipo es un estúpido, pero yo hago lo mismo" y "Me cambió la suerte, y ahora digo otra cosa", llega esta enfermedad típica de los que son incapaces de ver las cosas con el ojo del otro.

Son un ejemplo de gente tóxica. Los que dicen lo que les conviene. Los que salvan su culo y luego critican reclinados en su sillón. Los que dicen hablar por todos, pero ante la chance de progresar pisando cabezas, no lo dudan un instante. Y hay miles de ejemplos más, todos centrados en situaciones en las que se defiende una postura de manera altanera, soberbia, o dando a entender que la versión opuesta es indefendible.... y sin embargo, a la hora de actuar en cuestiones similares, su accionar es totalmente distinto.


Por lo general, la solución que propongo para no hacerse malasangre ante este tipo de conflictos sociales, es ignorarlos o alejarse. Pero esta vez les propongo algo diferente:

Háganlos quedar en ridículo. La mejor forma de combatir a un hipócrita es hacerlo chocar contra sus propias palabras. Ponerle delante una dosis de si mismo, es una buena forma de hacerlos callar, o al menos hacerlos medir mejor lo que dicen o hacen.




Antes de quejarte por el ruido, acordate de este día. Conclusiones Hogareñas 

martes, 15 de abril de 2014

Libertad Relativa

Por naturaleza, las personas tenemos un poder muy grande que nos ha distinguido de otras especies, y es el poder de razonamiento. El poder de no quedarnos en el "¿Qué?" y averiguar el "¿Por qué?", "¿Cómo?" y "¿Para qué?. A este maravilloso don, yo le agregaría una herramienta más:

Nosotros nacemos con la capacidad de elegir.

Tras la etapa de la infancia, en la que aprendemos valores superficiales de "bien" y "mal", "lindo" y "feo" y un montón de adjetivos opuestos sobre cosas muchísimo más complejas, llegamos a una etapa en la que muchos tienen una crisis de existencialidad: aprendemos que todo lo que nos dicen y nos dijeron debe ser tomado entre pinzas. Que toda verdad es relativa, que toda información lleva una carga de subjetividad por parte de la fuente.

¿Pero cómo? ¿Si nos mintieron en esto, en qué más nos pueden mentir?

NO SEÑORES. No todo lo que nos dijeron es mentira. Nuestro entorno social nos ha dado su versión, y está en nosotros ELEGIR encerrarse cuan fanático religioso, o descubrir si hay algo más. Ahí es donde está nuestra libertad. Porque no hay ningún líder malévolo que haya puesto opciones limitadas a su antojo, y el ser humano tiene la capacidad innata de averiguar, descubrir y comprobar cosas nuevas acerca de las infinitas opciones que nos da la naturaleza.


Voy a necesitar otra nota para hablar de casos más particulares, pero básicamente la idea que quiero dejar es esta: Tomen recaudos, y vivan despreocupados.


Y no sean tan crédulos con las boludeces que publican en Taringa.



-¡Vos podés hacer algo tan simple como dejar eso que te hace mal a vos, y nos hace mal a todos!
-No, no te puedo explicar porque no entendés como funciona una compulsión. 

Conversaciones detrás de las paredes