martes, 22 de abril de 2014

Hipocresía

Créanme que tuve que mirar dos veces, nota por nota. No puedo creer que todavía no hice ninguna mención por escrito sobre este tema.

La hipocresía. De los creadores de "Este tipo es un estúpido, pero yo hago lo mismo" y "Me cambió la suerte, y ahora digo otra cosa", llega esta enfermedad típica de los que son incapaces de ver las cosas con el ojo del otro.

Son un ejemplo de gente tóxica. Los que dicen lo que les conviene. Los que salvan su culo y luego critican reclinados en su sillón. Los que dicen hablar por todos, pero ante la chance de progresar pisando cabezas, no lo dudan un instante. Y hay miles de ejemplos más, todos centrados en situaciones en las que se defiende una postura de manera altanera, soberbia, o dando a entender que la versión opuesta es indefendible.... y sin embargo, a la hora de actuar en cuestiones similares, su accionar es totalmente distinto.


Por lo general, la solución que propongo para no hacerse malasangre ante este tipo de conflictos sociales, es ignorarlos o alejarse. Pero esta vez les propongo algo diferente:

Háganlos quedar en ridículo. La mejor forma de combatir a un hipócrita es hacerlo chocar contra sus propias palabras. Ponerle delante una dosis de si mismo, es una buena forma de hacerlos callar, o al menos hacerlos medir mejor lo que dicen o hacen.




Antes de quejarte por el ruido, acordate de este día. Conclusiones Hogareñas 

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