A simple vista, la galería Araoz no era más que un pasaje de media cuadra, donde vendían ropa y artículos de joyería. Sólo aquellos que llevaban años en el barrio, conocían el otro sector comercial, bajando la escalera al final del pasillo. Drogas, alcohol, artículos truchos, incluso un sector de "recreación". Allí se encontraban Germán, Martín y Lucas, tres amigos de la infancia que, luego de un arduo camino con bajas, repeticiones y hasta castigos de meses, lograron finalizar el secundario. En plenas vacaciones, decidieron juntarse en aquel lugar ubicado sobre la calle Araoz, para hablar acerca de su futuro.
-Que turbio que es este lugar, hermano....
-AJAJAJ ustedes quedense tranquiloooos- Germán se tambaleaba mientras caminaba -Los ratis se hacen los boludos... unos pesos y... (hic)... estos tipos le tiran unos pesos a la gorra y ellos no dicenn naddda.
-Estas en pedo Ger. Sos muy gracioso.
-Y vos estás rre locco.
-Callate que si mi novia me ve en este estado, me mata. JAJAJAJAJ me tenté, perdón.
-Sos un pollerudo. Igual tenés suerte de poder estar con alguien. A mi... a mi las minas no me quieren.
-¿Me estás jodiendo Ger? JAJAJ, sos más gatero vos. Vos no podrías mantener una relación. Existe algo llamado fidelidad.
-Fide ¿Qué?
-AJJAJAAJJAA sos un pelotudo.
-Ambos la están pasando mejor que yo en ese sentido... (Lucas habló por primera vez)
-Callate gordo (hic)... agradecé no tener un problema más en tu vida. Porque eso (Germán señaló a su amigo en señal de advertencia) eso es lo que son las minas, un problema más.
-Si vos lo ves así... Que injusto que es el mundo a veces.
-Dejá de quejarte. Dejá que el mal de amores lo sufra quien realmente lo merece. (Dicho eso, Germán comenzó a lagrimear)
-Miren chicos. JAJAJA ¿Qué venderán en esa carpa?
-Si mal no recuerdo, ahí hay una mina de esas que tienen la bola de cristal.
-¿Una pitonisa? Qué flashero. Por favor entremos.
-Estás loco, hermano...
-Sí, ¿Como adivinaste? JAJA.
-Bueno dale... de paso le demostramos al gordo quien tiene peor suerte.
-Ufff.
Los tres entraron en la carpa violeta con estrellas amarillas. Adentro, una mujer estaba de espaldas a ellos. En la mesa había una bola de cristal. Y cartas.
-Pasen chicos, los estaba esperando.
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