domingo, 29 de julio de 2012

Fiction Science (Parte 6)


La transformación

-Veo preocupación ante la posibilidad de afrontar una vida en total soledad en un futuro lejano.
La gitana, con una leve observación de la palma de la mano de Germán, describió con exactitud las preocupaciones del muchacho. Luego hizo lo mismo con Martín y Lucas, solo para descubrir que los tres tenían el mismo miedo en común.


-Ustedes tienen diferentes formas de encarar un mismo problema. Diferentes, armas... por así decirlo, producto de sus personalidades.
Acto seguido, la mujer hizo aparecer de la nada (o así les pareció a ellos) una caja con amuletos. Sacó uno al azar: un parche negro.


-El pirata. Extrovertido, persuasivo. Se asegura un abanico de posibilidades, solo para darse cuenta que duda de su propia responsabilidad para cuidar sus tesoros.
Acto seguido, puso el parche delante de Germán. Luego, sacó otro objeto de la caja. Una falda escocesa.


-La pollera. Otra perspectiva... Interesante. Adoración, sobreprotección, dependencia, un miedo constante a perder aquello que nos mantiene en pie. Todos los objetivos de la vida quedan reducidos y subordinados a una sola cosa. Cuidar con la vida misma aquello que logramos conseguir, sin importar las consecuencias.  
Dicho esto, miró a los ojos a Martín, y le puso la pollera delante suyo. Metió la mano en la caja una vez más, y sacó un sombrero de paja.


-La paja. Simbolo del campo, aislado de todo. Y la preocupación constante de saber que, no importa cuan duro sea el trabajo, sólo la lluvia nos puede salvar de la sequía.
Puso el sombrero delante de Lucas, y acto seguido, le hizo una propuesta a los jóvenes.


-Les propongo encarar su miedo base, desde la perspectiva del otro.

Mientras decía eso, hizo un gesto con los dedos, como si estuviese haciendo el enroque del ajedrez. Lucas, el único totalmente sobrio, no dudó en preguntar:

-¿Nos está proponiendo cambiar de cuerpos?

-Dicho de otra forma, sí.

Martín soltó una carcajada, y Germán se contagió.

-Sería lo más loco que hicimos en nuestras vidas.
-Ya fuee, hagámoslo. Nos vamos a cagar de risa.
-¿Cómo sería?

La gitana tomó el mazo de cartas sobre la mesa, y tiró la primera carta. El uno de oro.

-Día 1: el descubrimiento de algo nuevo y brillante. El campesino descubrirá el tesoro en su tierra (Le acercó el parche a Lucas). El pirata accederá a una joya muy bien cuidada (Le acercó la falda a Germán). Y el escoces saldrá de la prisión y tocará la gaita (Le acercó el sombrero a Martín).

-Es decir, yo voy a ser Martín, Martín va a ser Lucas y Lucas va a ser Yo- Aclaró Germán.

-Tienen una capacidad de resumir bastante admirable- Respondió la gitana. Sacó la segunda carta del mazo. El dos de espadas.


-Día 2: el conflicto. Mirar con los ojos del otro no siempre es tan gratificante como parece. La joya se perderá para siempre (Le sacó la falda a Germán y se la acercó a Lucas), los tesoros serán motivo de guerra (le sacó el parche a Lucas y se lo acercó a Martin), y la granja será un cementerio (le sacó el sombrero de paja a Martín y se lo acercó a Germán).


Germán y Martín se miraron y se rieron a carcajadas. Lucas fue el único que permaneció serio y preocupado:
-Germán va a ser yo, yo voy a ser Martín, y Martín va a ser Germán.

-Recuerden muchachos: atentos a las señales. Ah, una cosa más. No se llamen por sus nombres... por estos dos días serán Pirata, Pollera y Paja respectivamente. Sus nombres estarán reservados por si se dan circunstancias especiales.

-¿Qué tipo de circunstancias?

-Se terminó su tiempo muchachos.... buena suerte.

Dicho esto, la gitana chasqueo los dedos, y los tres jóvenes desaparecieron de la carpa.

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